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Supervivencia en grado superlativo

«Paredes, laberintos sin salida, mucha alimentación, fantasmas…
Un algoritmo sin fin, todo por sobrevivir aguantando la presión social, para no ser devorado e intentando buscar una salida».

Así es como podríamos reflejar una de las obras maestras de Tōru Iwatani a la vida real. «PAC-MAN»

Me he propuesto buscar similitudes entre juegos y vidas cotidianas, de un modo más metafórico, buscando siempre la elegancia de distraer al lector, buscando la manera de volveros locos y hacer explosionar vuestras cabezas. ¿Es la vida un videojuego?, quizás no, pero lo que conocemos como vida, es muy similar a un videojuego… Puede parecer una teoría bastante loca, pero entonces… ¿En qué está basado un videojuego?

Puede estar basado en miles de cosas, desde historias para no dormir, cuentos, leyendas… O situaciones desesperantes de la vida real, a todo esto podemos añadir que también podemos cultivar rábanos en la granja del abuelo y recibir una monetización como recompensa después de un arduo trabajo.

Pero al caso, centremos la mirada hacía nuestro objetivo principal, los videojuegos, concretamente PAC-MAN, el come-cocos… Doble razón de peso en ese nombre asociado, ¿Por qué come-cocos?, tendría para ello que llamarse EAT-COCONUT, EAT-COCO… Entonces, vamos a pasar rápidamente a despedazar la teoría locamente aportada por mis estudios.

Tenemos laberintos, traducidos como dolor de cabeza, tenemos paredes, las que nos atrapan, tenemos «comida», aunque para esta filosofía el engordar puede suponer un problema, más cuando tragas el problema «gordo» y tenemos fantasmas, ósea terrores, «¿Quién tiene miedo al lobo feroz?, al lobo, al lobo…« Vale me he salido de orbita… ¿Quién no tiene miedo a los fantasmas?, ¿Tú, no?, «menos lobos, caperucita.«

La recreación personal a nivel extrapolado del PAC-MAN, no es nada más que un laberinto de continuo sufrimiento, donde tragamos mucha mierda en dosis pequeñas, que después de tanto tragar y acumular, nos volvemos más fuertes cuando conseguimos superar el laberinto, cuando nos cansamos de tragar tanta mierda junta después de afrontar el mayor de los problemas. Ahí, en ese mísero momento, es cuando dejas de tener miedo de la sociedad y aprendes a recorrer los laberintos solucionando los problemas… Y si al final de todo el esfuerzo te cae una fruta, amigo/a, has triunfado.




MR.R3tr0

Desde los 80's dando por saco en el mundo, Creador de contenido por hobbie, Adicto a las redes sociales y los videojuegos, Amante de lo retro, Curioso y sociable, Guerrero de nivel 34.

Un comentario en «Supervivencia en grado superlativo»

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